Thursday, May 24, 2012
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CUENTO CORTO DEL MES
Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Nos dirigíamos a la puerta de su casa y se detuvo brevemente frente a un precioso olivo centenario. Tocó el tronco con ambas manos.
Al entrar en su casa, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara sonreía plenamente. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. La energia había cambiado completamente. Posteriormente me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del olivo, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo visto cuando entramos.
- Ese es mi árbol de los problemas, – contestó
- Sé que no puedo evitar tener problemas durante el día como hoy en el trabajo por ejemplo, pero no quiero traer estos problemas a mi casa. Así que cuando llego aquí por la noche cuelgo mis problemas en el árbol. Luego a la mañana cuando salgo de mi casa los recojo otra vez.
- Lo curioso es, – dijo sonriendo – que cuando salgo a la mañana a recoger los problemas del árbol, ni remotamente encuentro tantos como los que recuerdo haber dejado la noche anterior.
Maestro: si te centras en el ahora desaparecen todos los problemas.
Fuente: autor desconocido
Posted by alejandra salatino at 1:18 PM 2 comments
JUNIO - ACTIVIDADES DEL MES
Posted by alejandra salatino at 1:02 PM 0 comments
Wednesday, May 2, 2012
MAYO - ACTIVIDADES DEL MES
Posted by alejandra salatino at 5:23 PM 0 comments
Sunday, April 29, 2012
¿Cómo afectan nuestros pensamientos nuestras sensaciones físicas?
[Scientific American]
Posted by alejandra salatino at 7:20 AM 0 comments
Monday, April 9, 2012
ABRIL - ACTIVIDADES DEL MES
Posted by alejandra salatino at 5:57 PM 0 comments
Monday, March 19, 2012
Ciencia y Espiritualidad cada vez mas cerca
Me alegro mucho leer este articulo donde ciencia y espiritualidad empiezan a tener puntos en comun. Este puente que los esta uniendo nuevamente es la pregunta acerca de la influencia de nuestras creencias en nuestra vida......Y tal como meditamos en la meditacion de Cráneos alli esta el vacio.
Espero que les guste y disfruten de este articulo.
Un saludo de luz
Alejandra
Hamlet y el poder de las creencias para transformar la realidad
Cada vez crece más el “cuerpo” de evidencia de que lo que pensamos y creemos –nuestra mente– afecta de manera significativa lo que vivimos –nuestra salud, nuestra capacidad cognitiva y nuestra realidad. Esto ha llegado al punto de que respetadas revistas de divulgación científica, que cuentan con el aval del mentado mainstream, en tiempos recientes han comenzado a publicar numerosos artículos en los que se explora este tema –de alguna manera tabú para la ciencia clásica que trazaba una tajante e inexorable división entre aquello que pertence al mundo subjetivo de la mente y aquello que pertenece al mundo objetivo de la naturaleza (o realidad física)… Y, dentro de esta perspectiva racionalista, ambos mundos, como si tuvieran una especie de calzón de castidad antiplasma, difícilmente se podrían afectar (y menos aún rasgar del todo para llegar a la cópula efusiva del artista, que expresara Wallace Stevens, donde “la imaginación es la voluntad de las cosas”).
William James, el famoso psicólogo de Harvard, sin embargo, había atisbado hace más de un siglo que el mundo material y el mundo mental no son tan fáciles de dividir. “Aunque parte de lo que percibimos viene de los objetos alrededor de nosotros hacia nuestros sentidos, otra parte (y podría ser la mayor) viene de nuestra propia cabeza”.
Un nuevo ejemplo de esta celebrable expansión de la mente científica, es un artículo publicado en la revista Scientific America, escrito por Maria Konnikova, en el que se comenta un estudio reciente cuyos resultados implican que lo que creemos acerca de la inteligencia determina hasta cierto punto que tan inteligente somos.
Antes de revisar este caso específico, recordamos una serie de investigaciones anteriores que nos sugieren un cambio paradigmático de perspectiva: más que el cuerpo, es la mente la que fija los límites del mundo y le otorga esa característica que llamamos “su solidez”. Es decir, el mundo (o nuestro cuerpo) es tan sólido e inalterable como lo es nuestra mente. Más allá de algunas evocaciones new age, existe evidencia científica de que meditar, visualizar, creer, rezar, soñar, etc., afectan nuestra cuerpo de manera tangible, tal que modifican su estructura. Interesante, sin duda, es el caso del placebo, esa menta mental, el cual incluso cura cuando una persona sabe que lo que está tomando es placebo, sugiriendo que somos entes enteramente programables. Otro aspecto mental que afecta el mundo es el lenguaje, como demostró un estudio realizado por Lara Boroditsky en el que se encontró una correlación entre conocer más palabras para describir un color (el azul en este caso) y la capacidad de distinguir diferentes tonos de ese color. Literalmente el lenguaje nos hace ver más.
En el caso de la inteligencia, existen dos esuelas teóricas principales. Los incrementalistas creen que la inteligencia es fluida y si alguien trabaja, estudia y se aplica se puede volver más inteligente. Los de la teoría del ente consideran que la inteligencia está fijada y no obstante cuanto una persona lo intente no logrará incrementar sus facultades intelectuales.
La investigadora Carl Dweck ha descubierto que el desempeño cognitivo, especialmente en relación a la forma en la que se reacciona al fracaso, depende en buena medida en lo que se cree. Un incrementalista entiende que al fallar en algo también se abre una oportunidad de aprendizaje; alguien que suscribe a la teoría del ente, entiende lo anterior como algo irremediable, un determinismo genético.
Esta diferencia fue puesta a prueba por investigadores de la Universidad de Michigan, quienes realizaron una serie de ejercicios de habilidades mentales con distintos estudiantes universitarios. Primero se les pidió que identificaran patrones en una secuencia de letras. En esta primera prueba todos los estudiantes cometieron algún error. Después se discutieron las pruebas y se realizaron pruebas post-error. Los investigadores descubrieron que en las pruebas subsecuentes aquellos que creían que la inteligencia se puede incrementar tuvieron resultados sustancialmente superiores a los que consideraban que la inteligencia era un entidad fija.
De estos datos, parece que una mentalidad de crecimiento, donde se cree que la inteligencia puede mejorar, se presta a una respuesta más adaptativa a los errores –pero no solo conductualmente sino también neuralmente: entre más una persona cree en que puede mejorar, mayor es la amplitud de la señal cerebral que refleja una asignación consciente de la atención a los errores. Y entre más amplia la señal neural, mejor el desempeño subsecuente.
Es decir, no sólo querer es poder, sobretodo, creer es poder: esto se traduce directamente a una respuesta neurológica.
Otro estudio quizás aún más interesante, parece indicar que las personas que no creen que tienen libre albedrío alteran su capacidad de modificar y ser conscientes de sus propios actos.
En un experimento se realizó la prueba estándar de Libet. Luego se hiceron dos grupos de voluntarios: al primer grupo se le leyó un pasaje en el que decía que la ciencia había descubierto que el libre albedrío era una ilusión; al otro grupo se le leyó otro pasaje que no hacía mención de esto. Pruebas posteriores mostraron que el grupo que leyó el pasaje sobre la falta de libre albedrío tuvo una disminución en su amplitud de potencial premotor, como si fueran ellos espectadores no-participantes de sus actos. No creer en el libre albedrío hace que, en cierto sentido, no lo tengamos. Al menos disminuye nuestra capacidad de ser conscientes de nuestros actos y modificarlos a una microescala .
HAMLET, REY DEL INFINITO MENTAL
Pese a esta hiperestesia, o quizás por ella, Hamlet cumple con su espíritu trágico y se suicida –antes se había visto en el espejo de la muerte. El mundo que retrata Shakespeare ciertamente no estaba listo para asumir su propia fantasmagoría. Actualmente, más allá de notables avances científicos en el estudio de la relación y de la primacía de la mente sobre la materia, tampoco parece que estemos listos para asumir la naturaleza eminentemente mental del mundo –como si tuvieramos miedo a desaparecer. Y es que lo que Hamlet y los estudios citados aquí nos dicen en el fondo es que las creencias o lo que pensamos se convierte en realidad porque probablemente no existe la realidad, porque no hay nada (absoluto) en que creer. Y el mundo podría ser de cualquier otra forma. Como dijera Robert Anton Wislon: “Reality is what you can get away with”.
Para redimir a Hamlet y hacernos reyes del espacio infinito, aquí-ahora, entre la nuez y la neurona, antes debemos creernos reyes del espacio infinito: suspendernos sobre el vacío, en un péndulo que lo mismo oscila hacia el delirio que a la divinidad.
Posted by alejandra salatino at 4:54 PM 0 comments
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Wednesday, March 14, 2012
ACTIVIDADES 2012
Curso Introductorio de Cristales
Posted by alejandra salatino at 1:07 PM 0 comments