Este texto pertenece a un artículo que fue publicado en Terra – Chile
De visita en nuestro país, la terapeuta argentina en sanación con cristales, Alejandra Salatino, nos entregó las claves para comprender esta terapia y sacarle el máximo provecho a la poderosa energía que puede proporcionarnos el reino mineral.
"Los cristales son una herramienta que nos ayudan a recuperar ese espacio sagrado que tenemos dentro, nos ayudan a escucharnos, a respetar a nuestro cuerpo, a ser sinceros de nuestras necesidades", señala la argentina Alejandra Salatino, terapeuta en sanación con cristales, terapia que aprendió en sus años de estudio con Katrina Raphaell en The Crystal Academy of Advanced Healing Arts” de Estados Unidos, alcanzando el nivel de maestría.
En su calidad de representante de esta escuela norteamericana, Salatino ha impartido numerosos cursos en Argentina, Chile y Uruguay, experiencia que, señala, le ha servido para corroborar los múltiples beneficios que esta terapia puede aportar a quienes confían en ella.
“La mayoría de nosotros ha crecido dentro de pautas preestablecidas que nos alejan de nuestra propia esencia, así nos olvidamos de mirarnos, de escucharnos, de darnos cuenta que hay algo esencial, vital, eterno; que lo de afuera no es lo que te da la identidad”, indica la terapeuta, aclarando de inmediato el objetivo hacia el que apunta la sanación con cristales:
"Los cristales nos elevan al mundo de esa conciencia. Nos ayudan a tomar conciencia del estado de nuestra vida interior. De cómo emociones viejas aún están allí, y que esas creencias ya no son parte de mi vida”, acota.
Como Reino Mineral, las piedras tienen la misión de cuidar y alimentar la energía divina de la Madre Tierra, esa Energía Esencial. Mostrar y poner al alcance de todos toda la fuerza de la Creación. Este Reino sigue siendo un hermoso dador de formas y colores que en muchas ocasiones nos llegan al Alma. Los cristales nos muestran que tienen todo el tiempo del mundo. Si sólo imaginamos que estuvieron allí desde el comienzo de la tierra y que aún siguen creciendo, no perdieron su foco, su objetivo.
Los cristales trabajan con la energía pura de la naturaleza, nos ayudan a volvernos sensibles y a mejorar nuestra calidad de vida. Contiene en su interior información guardada ó archivada. En la medida que entramos en contacto con ellos y los hacemos participes de nuestra vida esa información va saliendo a la superficie. Los cristales se comunican con nosotros a través de cosas cotidianas, a través de los sueños, en meditaciones o simplemente mirándolos y dejando que su luz entre y nos ilumine. Cuando trabajamos con los cristales estamos despertando ese don personal, único, que te hace ser un ser sagrado.
CÓMO TRABAJAR CON CRISTALES
Alejandra Salatino explica que cualquier cristal o piedra con el que se cuente puede ayudarnos a “meditar, a serenar la mente, a acercarte a esta energía esencial, interna, que está en t”odos nosotros. A poder hacer contacto con tu Alma. También puedes crear un mandala con una intención elevada. Todo ayuda”, precisa y agrega los siguientes consejos:
Puedes tomarlos en tus manos, poner una música suave y sentarte en un lugar tranquilo, asegurándote de que no te molesten. Enciende una vela y cierra los ojos. Respira largo y profundo. Inhalando esas piedras de tus manos y exhalando, preocupaciones, tensiones, dolores, problemas.
Recuerda la imagen que te produjo la piedra y llévala hacia tu interior, esto provocará un estímulo que despertará tal vez alguna curación, o recuerdo o pensamiento. Si es algo que quieres resolver lleva la energía de los cristales a tu corazón y pide percibir una solución, o como enfrentar el problema, o que actitud tomar.
Permanece abierto a lo que percibas sin juzgar, sin criticar, sin expectativas. Muchas veces esperamos recibir solo aquello que queremos escuchar. Así irás comprendiendo tu universo interior.
Si tienes varios cristales puedes ponerlos a tu alrededor o crear un Mandala. Para esto es conveniente poner un cristal en el centro y varios alrededor de una forma armónica para ti.
Una vez armado, míralo y luego cierra los ojos y respira esa forma. Pon un pedido a ese mandala. No esperes resultados, estate abierto a que la energía fluya y confía en que llegará lo que necesitas aunque a veces no sea lo que “creías que necesitabas”. Es muy importante no condicionarse y poder recibir las señales que envían los cristales.
Una forma más comprometida es colocándose los cristales sobre el cuerpo. Aquí si recomiendo ser muy conciente y respetuoso con uno mismo y con el proceso.
Las piedras pueden disponerse sobre cada chakra. Chakra base cuarzo ahumado, chakra del vientre, cornalina, chakra del ombligo ojo de tigre, plexo solar citrino, corazón cuarzo rosa y aventurina verde, chakra de la garganta ágata de encaje azul, chakra del 3er. Ojo amatista, chakra coronario cuarzo transparente. Prepárate para entrar en tu mundo sagrado.
La sanación es un estado del alma. Para que una sanación ocurra dentro nuestro tenemos que indagar que emociones están alojadas viviendo en ese dolor, problema, etc., y que patrones mentales están alimentando esas emociones. Muchas veces tenemos lazos que nos unen a personas y no nos damos cuenta que, por ejemplo, “ese miedo” no es nuestro, pero lo terminamos viviendo como si lo fuera.
MEDITACIÓN CON CRISTALES
Respirar el color del cristal
Elige un cristal por su color. Siente que ese es el color que necesitas para ese momento exactamente. Puedes estar sentada o acostada, como te sientas más cómoda. Si estas sentada es más conveniente tomar el cristal con ambas manos y llevarlo cerca de alguna parte del cuerpo que sientas que lo necesita. Para reconocer estas partes, recorre lentamente y con suavidad todo tu cuerpo, estate abierta a recibir cualquier cambio y detención de tus manos. El cristal esta escaneando tu energía y te informa de su estado.
Si estás acostada puedes colocarlo sobre tu cuerpo siguiendo el mismo criterio.
Comienza a respirar el color del cristal. Primero puedes percibirlo muy débil, sigue respirando hasta que cada vez el color se haga mas presente y más poderoso. Déjalo que llegue hasta los confines de tu interior.
Este ejercicio no puede durar menos de 11 minutos.
"Los cristales son una herramienta que nos ayudan a recuperar ese espacio sagrado que tenemos dentro, nos ayudan a escucharnos, a respetar a nuestro cuerpo, a ser sinceros de nuestras necesidades", señala la argentina Alejandra Salatino, terapeuta en sanación con cristales, terapia que aprendió en sus años de estudio con Katrina Raphaell en The Crystal Academy of Advanced Healing Arts” de Estados Unidos, alcanzando el nivel de maestría.
En su calidad de representante de esta escuela norteamericana, Salatino ha impartido numerosos cursos en Argentina, Chile y Uruguay, experiencia que, señala, le ha servido para corroborar los múltiples beneficios que esta terapia puede aportar a quienes confían en ella.
“La mayoría de nosotros ha crecido dentro de pautas preestablecidas que nos alejan de nuestra propia esencia, así nos olvidamos de mirarnos, de escucharnos, de darnos cuenta que hay algo esencial, vital, eterno; que lo de afuera no es lo que te da la identidad”, indica la terapeuta, aclarando de inmediato el objetivo hacia el que apunta la sanación con cristales:
"Los cristales nos elevan al mundo de esa conciencia. Nos ayudan a tomar conciencia del estado de nuestra vida interior. De cómo emociones viejas aún están allí, y que esas creencias ya no son parte de mi vida”, acota.
Como Reino Mineral, las piedras tienen la misión de cuidar y alimentar la energía divina de la Madre Tierra, esa Energía Esencial. Mostrar y poner al alcance de todos toda la fuerza de la Creación. Este Reino sigue siendo un hermoso dador de formas y colores que en muchas ocasiones nos llegan al Alma. Los cristales nos muestran que tienen todo el tiempo del mundo. Si sólo imaginamos que estuvieron allí desde el comienzo de la tierra y que aún siguen creciendo, no perdieron su foco, su objetivo.
Los cristales trabajan con la energía pura de la naturaleza, nos ayudan a volvernos sensibles y a mejorar nuestra calidad de vida. Contiene en su interior información guardada ó archivada. En la medida que entramos en contacto con ellos y los hacemos participes de nuestra vida esa información va saliendo a la superficie. Los cristales se comunican con nosotros a través de cosas cotidianas, a través de los sueños, en meditaciones o simplemente mirándolos y dejando que su luz entre y nos ilumine. Cuando trabajamos con los cristales estamos despertando ese don personal, único, que te hace ser un ser sagrado.
CÓMO TRABAJAR CON CRISTALES
Alejandra Salatino explica que cualquier cristal o piedra con el que se cuente puede ayudarnos a “meditar, a serenar la mente, a acercarte a esta energía esencial, interna, que está en t”odos nosotros. A poder hacer contacto con tu Alma. También puedes crear un mandala con una intención elevada. Todo ayuda”, precisa y agrega los siguientes consejos:
Puedes tomarlos en tus manos, poner una música suave y sentarte en un lugar tranquilo, asegurándote de que no te molesten. Enciende una vela y cierra los ojos. Respira largo y profundo. Inhalando esas piedras de tus manos y exhalando, preocupaciones, tensiones, dolores, problemas.
Recuerda la imagen que te produjo la piedra y llévala hacia tu interior, esto provocará un estímulo que despertará tal vez alguna curación, o recuerdo o pensamiento. Si es algo que quieres resolver lleva la energía de los cristales a tu corazón y pide percibir una solución, o como enfrentar el problema, o que actitud tomar.
Permanece abierto a lo que percibas sin juzgar, sin criticar, sin expectativas. Muchas veces esperamos recibir solo aquello que queremos escuchar. Así irás comprendiendo tu universo interior.
Si tienes varios cristales puedes ponerlos a tu alrededor o crear un Mandala. Para esto es conveniente poner un cristal en el centro y varios alrededor de una forma armónica para ti.
Una vez armado, míralo y luego cierra los ojos y respira esa forma. Pon un pedido a ese mandala. No esperes resultados, estate abierto a que la energía fluya y confía en que llegará lo que necesitas aunque a veces no sea lo que “creías que necesitabas”. Es muy importante no condicionarse y poder recibir las señales que envían los cristales.
Una forma más comprometida es colocándose los cristales sobre el cuerpo. Aquí si recomiendo ser muy conciente y respetuoso con uno mismo y con el proceso.
Las piedras pueden disponerse sobre cada chakra. Chakra base cuarzo ahumado, chakra del vientre, cornalina, chakra del ombligo ojo de tigre, plexo solar citrino, corazón cuarzo rosa y aventurina verde, chakra de la garganta ágata de encaje azul, chakra del 3er. Ojo amatista, chakra coronario cuarzo transparente. Prepárate para entrar en tu mundo sagrado.
La sanación es un estado del alma. Para que una sanación ocurra dentro nuestro tenemos que indagar que emociones están alojadas viviendo en ese dolor, problema, etc., y que patrones mentales están alimentando esas emociones. Muchas veces tenemos lazos que nos unen a personas y no nos damos cuenta que, por ejemplo, “ese miedo” no es nuestro, pero lo terminamos viviendo como si lo fuera.
MEDITACIÓN CON CRISTALES
Respirar el color del cristal
Elige un cristal por su color. Siente que ese es el color que necesitas para ese momento exactamente. Puedes estar sentada o acostada, como te sientas más cómoda. Si estas sentada es más conveniente tomar el cristal con ambas manos y llevarlo cerca de alguna parte del cuerpo que sientas que lo necesita. Para reconocer estas partes, recorre lentamente y con suavidad todo tu cuerpo, estate abierta a recibir cualquier cambio y detención de tus manos. El cristal esta escaneando tu energía y te informa de su estado.
Si estás acostada puedes colocarlo sobre tu cuerpo siguiendo el mismo criterio.
Comienza a respirar el color del cristal. Primero puedes percibirlo muy débil, sigue respirando hasta que cada vez el color se haga mas presente y más poderoso. Déjalo que llegue hasta los confines de tu interior.
Este ejercicio no puede durar menos de 11 minutos.
